La Anilla en Conejos: Identificación Esencial
Descubre por qué la anilla es la identificación más importante del conejo y por qué no debe retirarse salvo casos excepcionales.
Aunque en España la identificación de los conejos no es obligatoria en términos generales (excepto en algunas comunidades autónomas, como Madrid), la realidad es que contar con un sistema fiable de identificación es fundamental para su bienestar, su seguimiento sanitario y la trazabilidad de su origen. En muchas regiones ni siquiera se utiliza el microchip como medida estándar para los lagomorfos, lo que convierte a la anilla en el único identificador oficial y permanente que acompaña al animal durante toda su vida.
La Anilla como Identificación y Vínculo con el Pedigree
Los criadores responsables utilizan anillas homologadas o microchips para garantizar que cada ejemplar pueda ser identificado de forma inequívoca. En mi caso, todos mis conejitos se entregan con anilla, y además con una talla superior —la correspondiente a Belier Enano— a pesar de que crío Minilop (aproximadamente un kilo inferior). Esto se hace para asegurar comodidad y evitar cualquier tipo de molestia o presión en el crecimiento del animal.
La anilla no solo cumple una función identificativa: también es el nexo que une al conejo con su pedigree, permitiendo mantener el registro genealógico, garantizar la pureza de la línea y facilitar información esencial tanto para futuros criadores como para veterinarios.
Es importante incidir en que la anilla no debe retirarse bajo ninguna circunstancia, excepto en aquellos casos excepcionales en los que suponga un riesgo real o un problema para el conejo (por ejemplo, una lesión evidente o una reacción adversa).
Sin embargo, cada vez es más frecuente que algunos veterinarios la retiren "por si acaso", como medida preventiva sin una razón concreta. Esta práctica, además de ser innecesaria, constituye una mala praxis por varios motivos:
Se elimina la única identificación del animal, dejándolo sin un registro fiable.
Se rompe el vínculo con su pedigree, y por tanto con su trazabilidad.
Se generan confusiones en caso de extravío, revisiones sanitarias o cría responsable.
Se priva al propietario de un elemento oficial que acredita el origen del conejo.
La anilla está diseñada para acompañar al animal durante toda su vida, es segura cuando se coloca correctamente y no afecta a su movilidad ni a su bienestar. Retirarla sin motivo justificado únicamente perjudica la integridad del sistema de identificación.
Propietarios y Profesionales
Es esencial que tanto los cuidadores como los profesionales del ámbito veterinario comprendan la importancia de mantener la anilla intacta, siendo este un método de identificación permanente y fiable.
Fomentar una cultura de respeto hacia estas prácticas de cría responsable y hacia la documentación asociada a cada ejemplar es clave para asegurar el bienestar del animal y la transparencia en la cría.
